jueves, 15 de diciembre de 2011

Aunque a lo mejor no te guste yo, tu siempre serás mío .

Desde siempre la gente tiene necesidades. Necesitamos respirar, necesitamos comer, necesitamos beber, algunos necesitan hasta fumar. Tratamos de conseguir esa idea de Bien de la que hablaba Platón, y nos pasamos la vida aumentanto todas esas necesidades, dependiendo cada vez más cosas, y lo cierto es que nos volvemos egoístas, queremos cada vez más y nunca cubrimos del todo nuestras necesidades. Queremos una casa enorme, un gran fajo de billetes en la cartera, un coche caro pero más feo que un pié, todo lo que se nos ocurra para vacilar a los demás... Pero en lo último que pensamos es en el esfuerzo que conlleva, otra de esas necesidades que parecemos tener es la vaguez, hasta que comienzas a descubrir la felicidad en las cosas pequeñas, pasas d elo material, coges los momentos y los haces perfectos. Cuando te quieres dar cuenta, cosas tan simples como ver a esa persona sonreír por ti, no poder apartar la vista de ese ser entre millones de seres del mundo que significa tanto para ti... Te hacen olvidar todo lo malo durante unos pocos segundos y eso se acaba convirtiendo en necesidad. Una auténtica obsesión, podría decirse. Ciertamente no sé si necesitar a una persona es algo bueno o perjudical, pero también es verdad que cuando tienes una necesidad la consideras imprescindible en tu camino a la felicidad, sea cual sea. Siemplemente es tu válvula de escape de la realidad, del mundo y los problemas que te rodean, es esa burbuja que te mantiene aislada de toda la mierda, porque te rodeas de él en todos los aspectos de tu vida diaria. Ya no sabes despertarte ni darte los buenos días, no sabes dejar de hablarle cuando no estás con él, no sabes escuchar música sin tratar de relacionarla, no sabes ver vuestras películas/series tú sóla, no sabes mirar con cara de tonta a otra persona, no sabes abrazar de esa forma a nadie... No sabes hacer prácticamente nada sin él. Y sabes perfectamente que eso no es bueno, que es hasta exagerado, hasta pule rainbows,  pero es tan reconfortante sabe que él está ahí y tú por él. Convertirlo en tu vida y no darle importancia a nada más.
El invierno se vuelve calentito a su lado, el dolo rpierde sentido, las lágrimas no son más que nuevas lecciones, las discusiones son marenas de cambiar lo que haces mal sin darte cuenta, comer comida china se vuelve tan delicioso a su lado de madrugada, la perfección se adquiere tantas formas. Pensándolo bien, es algo egoísta quererte solo para mi, pero es que soy tan tuya que por definición no puedes dejar de ser mío.


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